FRANCISCO LÓPEZ Y CAPILLAS (1608 – 1674)

En el año de 1648 visitó la Catedral de Puebla Fabián Pérez Ximeno, maestro de capilla de la Catedral de México, quien había sido organista cuando yo estudiaba música como seise. Nos reconocimos y le gustó mi trabajo por lo que me invitó a ser su primer organista. Al morir en 1654, concursé para ocupar su puesto y lo gané.
Ser maestro de capilla, significaba dar clases de canto al coro de niños de la catedral, así como asegurarse de la buena armonía entre la liturgia (misa) y la música. Esto último implicaba que debía componer nuevas piezas para las misas, sobre todo para los grandes eventos como Navidad, Corpus Cristi y las fiestas de la Asunción, patrona de la Catedral de México. También debía hacerlo a petición del virrey, es decir, de la más alta autoridad de la Nueva España. Por ejemplo, en 1656 el virrey Francisco Fernández de la Cueva me pidió que escribiera la música para la misa de presentación de los arreglos de la Catedral, compuse cuatro misas, una para cada una de las capillas que están dentro de la Catedral. Se escuchó precioso porque se tocaron los cuatro órganos al mismo tiempo. Mi trabajo le gustó tanto al virrey que me solicitó que compusiera otra para la fiesta del apóstol Santiago, patrono de España.
No sólo componía música sacra, sino también villancicos, cantatas, ensaladas y tocotines, entre otros, que se cantaban en las fiestas de la ciudad o en las calles. Fui el primero en escribirle villancicos a la Virgen de Guadalupe.
Es importante que sepas que en el siglo XVII la religión era la que marcaba los tiempos y costumbres de la sociedad por eso casi todo lo que compuse tenía que ver con ella.