FRANCISCO LÓPEZ Y CAPILLAS (1608 – 1674)
Mi nombre es Francisco López, mejor conocido como Francisco López y Capillas porque cuando me hice maestro de capilla de la Catedral de México me agregué el nombre de capillas. Pero mejor te cuento desde el principio.
Nací en la ciudad de México cuando había calles de agua llamadas acequias, es decir, en tiempos de la colonia, a principios del siglo XVII.
De niño formé parte del coro de la Catedral de México, mejor conocido como seise. Ahí aprendí mis primeras lecciones de música y a cantar los dos estilos que se usaban en la época: el canto gregoriano y el canto polifónico (varias voces).
Una vez que me gradué en Teología y me hice sacerdote, me fui a la Catedral de Puebla, la segunda ciudad más importante de la Nueva España, donde ocupé el cargo de segundo organista y bajonista. Ser bajonista, significaba que tocaba el bajón (similar al fagot), un instrumento que se utilizaba siempre que se cantaba polifonía para apoyar las voces más graves o bajas del coro. Mientras fui segundo organista, me tocó sustituir en varias ocasiones al primero, el presbítero Pedro Simón quien también era constructor de órganos por lo que la mayor parte del tiempo se la pasaba viajando; esto me permitió practicar y que más gente me conociera.