MANUEL ENRÍQUEZ (1926 – 1994)
Aprendí a tocar el violín con mi papá y luego entré a una academia en la que mi profesor fue el conocido violinista jalisciense, Ignacio Camarena. Después me comprometí a ir a Morelia una vez por semana para estudiar con Miguel Bernal Jiménez, quien me enseño de manera simple el difícil oficio de componer. Mis primeras composiciones fueron dos canciones para voz y piano.
En 1955 me fui a estudiar a la Julliard School of Music en Nueva York y el tiempo que estuve ahí me sirvió para experimentar nuevas propuestas como la música electrónica. Luego me gané la beca Guggenheim con la que me trasladé al Centro de Música Electrónica de la Universidad de Columbia, Princeton, Nueva York. Compuse algunas obras electrónicas que me ayudaron a comprender los cambios que venían en la música. Te puedo decir que para mí la electrónica es sólo una herramienta más para el compositor contemporáneo, otro instrumento, al que hay que conocer.
A mi regreso me invitaron a incorporarme a la Orquesta Sinfónica Nacional y en 1962 formé con tres amigos el Cuarteto México, tuvimos mucho éxito, tanto que nos fuimos a una gira internacional que nos llevó a Francia, Polonia, Estados Unidos y Venezuela, entre otros países.