ÁNGELA PERALTA (1845 -1883)
Mi nombre es Ángela Peralta, mejor conocida como el Ruiseñor mexicano. Nací en Mazatlán, Sinaloa y desde muy chica tomé clases de canto. A los nueve era capaz de interpretar canciones que se supone que por mi edad y voz no podría. Así le llegó el rumor a una de las mejores cantantes de la época que podía cantar como ella, entonces decidió ir a buscarme para comprobarlo y la verdad es que la sorprendí tanto que me dijo: “Si tu padre te llevara a Europa serías una de las más grandes cantantes”. Después continué con mis estudios de canto, piano y composición. Hasta que el 18 de junio de 1860 debuté en el Gran Teatro Nacional con el papel de Leonor en la ópera Il trovatore de Giussepe Verdi. Un año después mi papá me llevó a Europa y después de mi primera actuación en Cádiz, España comenzaron a llamarme el Ruiseñor mexicano. Después me fui a Milán, Italia para perfeccionar aún más mi canto y finalmente me presenté en uno de los teatros más importantes del mundo: La Scala de Milán, en donde tuve un gran éxito. Años más tarde, en 1865, decidí regresar a México porque el señor Annibale Biacchi estaba organizando una empresa de ópera.