JOSÉ ANTONIO GÓMEZ (1805 -1878)

Desde muy chico tuve facilidad para la música por eso mis papás me inscribieron en el Colegio de Infantes de la Basílica de Guadalupe. Decían que tenía una voz muy bella por lo que me invitaban frecuentemente a cantar como solista en ceremonias religiosas. Cuando cumplí 10 años ya era capaz de componer y mis obras se tocaban en los conciertos que se realizaban en los salones de las casas de familias privilegiadas. En esos tiempos me apodaban: “el niño Gómez”.
Mi infancia transcurrió en medio de la guerra de Independencia, pero aunque las cosas estaban tensas, la vida continuaba su curso por eso tuve la oportunidad de estudiar música. En 1818, tenía 13 años y compuse una obra para piano en honor de aquellos que lucharon por la Independencia.
En 1839 fundé la Gran Sociedad Filarmónica que se transformaría años más tarde en el Conservatorio Nacional de Música.
Después, en 1854, me tocó el privilegio de ser jurado en el concurso donde se eligió la pieza que se convertiría en nuestro Himno Nacional.