Velázquez Olguín, Higinio

Nació un 11 de enero en el barrio de Mexquitán, muy cerca del Valle de Atemajac y de Tlaquepaque, en Guadalajara, Jalisco. Tomó sus primeras lecciones de violín con un peluquero. Posteriormente ingresó a la Escuela Superior de Música de Guadalajara, donde tuvo como maestro a Nacho Camarena, quien lo formó con la escuela violinística “físicamente natural”, una disciplina perfilada a tocar con el mínimo esfuerzo logrando el máximo sonido. Fue integrante de la Orquesta Sinfónica de Guadalajara, en la que llegó a ser viola principal, y fue discípulo del maestro Miguel Bernal Jiménez, con quien estudió armonía. En 1951 emigró a la Ciudad de México para continuar sus estudios y, a los 26 años, después de ser examinado por Carlos Chávez, fue aceptado en la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN). A la par de su trabajo en la Sinfónica participó con algunas orquestas de música popular como las de Agustín Lara, Gonzalo Curiel, Mario Ruiz Armengol, Nat King Cole y Gabriel Ruiz, entre otras. Con los compositores anteriores creó una gran amistad, especialmente con Lara. Uno de los mayores deseos de Higinio Velázquez era estudiar con el maestro Rodolfo Halffter, anhelo que se cumplió con creces pues de tres lecciones que habían pactado en un inicio, éstas se extendieron por siete años cambiando de clases a sesiones de análisis de partituras. Con una larga trayectoria en la que ha abordado la armonía y la música clásica, para teatro e, incluso, para musicales, Higinio Velázquez cree más en la disciplina que en la musa: “La inspiración la tomaba yo en el momento en el que quería, no era necesario concentrarme en algo especial. Por lo general, mi proceso creativo tenía lugar en mi hogar, en el jardín, o en mi casa de descanso en Cuautla, Morelos”. Es también autor de libros didácticos de armonía, orquestación, contrapunto e improvisación, y es fundador de la Escuela de Música del Sindicato Único de Trabajadores de la Música. Entre sus distinciones destacan los primeros lugares por Vivencias, en el concurso de obras para la Orquesta Sinfónica Nacional, y Sonata para violín y piano, en un certamen del Conservatorio Nacional de Música, así como la Mención Honorífica en el Concurso Silvestre Revueltas de la UNAM. Por su parte, la Sociedad de Autores y Compositores de México le entregó los reconocimientos Trayectoria 25 Años y Más… y 50 Años por su carrera como compositor.